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INFOCRACIA

Autor: BYUNG-CHUL HAN

EL RÉGIMEN DE LA INFORMACIÓN

Llamamos «régimen de la información» a la forma de dominio en la que la información y su procesamiento mediante algoritmos e inteligencia artificial determinan de modo decisivo los procesos sociales, económicos y políticos. A diferencia del régimen de la disciplina, no se explotan cuerpos y energías, sino información y datos. El factor decisivo para obtener el poder no es ahora la posesión de medios de producción, sino el acceso a la información, que se utiliza para la vigilancia psicopolítica y el control y pronóstico del comportamiento. El régimen de la información está acoplado al capitalismo de la información, que hoy deviene en un capitalismo de la vigilancia y que degrada a las personas a la condición de datos y ganado consumidor. El régimen de la disciplina es la forma de dominación del capitalismo industrial. Este régimen adopta una forma maquinal. Todo el mundo es un engranaje dentro de la maquinaria disciplinaria del poder. El poder disciplinario penetra en las vías nerviosas y en las fibras musculares, y convierte «una pasta informe, un cuerpo inepto», en una «máquina».[1] Fabrica cuerpos «dóciles»: «Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser transformado y perfeccionado».[2] Los cuerpos dóciles como máquinas de producción no son portadores de datos e información, sino portadores de energías. En el régimen de la disciplina, los seres humanos son entrenados para convertirse en ganado laboral…..(…Continúa….)

Para acceder a este Ensayo aconsejamos el siguiente links:

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L A F R A N J A

Novela Post Literal

Autor: Ricardo Francisco ORTOLA

https://es.wikibooks.org/wiki/LA_FRANJA

PREFACIO[1]

La Franja es una estrategia urdida para textualizar una secuencia de pensamientos que sufren la suerte de creerse ideas. 

Aquí y luego (en un portador), recorren el trayecto proyectado para retornar por el recorrido tramado (W‑metamorfosis).

El protagonista intuye esta realidad y soporta la sospecha de la vieja visión con su mirada. 

Siente el irresistible malestar de la revelación. 

Se rebela y duda del acto. 

Luego se pregunta: 

-¿Esto que ocurre me fue “in‑puesto”?.

Simultáneamente el protagonista enfrenta otro interrogante doble (o dos):

-¿Continuar vivo es un acto singular de la existencia?…

-¿O solo se trata de dar un paso más? 

Con la inconfundible cadencia de tiro (al blanco) surgen los interrogantes porque habla un idioma recursivo.

Luego, otra mirada (de otro protagonista) ve que y como enfoca, cada situación. 

Los sucesos se muestran articulados mediante una historia imprecisa con un denominador común: la conciencia.

La que en definitiva resulta, como siempre, dominado por ella (propiamente) luego de que ocurran los hechos. 

También, posee la certeza de saber en donde pisa y transita, en donde duerme y camina (ciertamente)

En la emergencia actúa con el certero conocimiento que tiene del territorio, o si se quiere, de la franja. 

Aquel común dominador (no denominador) se activa, desencadena los sucesos del protagonista, y el otro insiste, enajenado y desconociendo (única/mente) aquel terreno. 

¿Se es agraciado por esta gracia?

El supuesto viaje, entre tanto, remite a una convivencia con las distintas visiones de sus semejantes, con quién(es) debe y está obligado a compartir. 

Sin embargo, desalmado y hambriento, se impone descubrir la causa (del viaje).

También es cierto que resultó un hallazgo (para quién como bricoleur[2], logró que este texto exista). 

Quién siempre dijo:…-No encontrar nada que encontrar antes que la búsqueda se inicie.

Por fin, solo el territorio está a la vista. 

En principio, solo se cuentan acontecimientos que poseen un territorio donde ocurren, esa franja. 


[1]…”PROLOGO QUE CREE SABER ALGO, NO DE LA NOVELA, QUE ESTO NO SE LE PERMITE, SINO DE LA DOCTRINA DE ARTE.

La tentativa estética presente es una provocación a la escuela realista, un programa total de desacreditamiento de la verdad o realidad de lo que cuenta la novela, y solo la sujeción a la verdad del Arte, intrínseca, incondicionada, auto‑autenticada. El desafío que persigo a la Verosimilitud, el deforme intruso del Arte, la Autenticidad  ‑está en el Arte, hace el absurdo de quién se acoge al Ensueño y lo quiere Real‑ culmina en el uso de las incongruencias, hasta olvidar la identidad de los personajes, su continuidad, la ordenación temporal, efectos antes de las causas, etcétera, por lo que invito al lector a no detenerse a desenredar absurdos, cohonestar contradicciones, sino que siga el cauce de arrastre emocional que la lectura vaya promoviendo minúsculamente en él.

Hay en mi intento varias ideas probablemente originales; me interesa aquí la de método: busco distraer al lector por momentos, opresivamente, cuando deseo impresionarlo para la sutileza emocional que necesito engendrar en él, pequeñas impresiones que concurran al propósito emocional de conjunto de obtener en él un estado único final y general que incida su sensibilidad sorpresivamente cuando no está en guardia y en conciencia de hallarse ante un plan literario y no espera, ni advierte luego, haber sido conquistado.”…

[2]…”El bricoleur es quien hace reparaciones domesticas, un artesano menor que conoce algo de muchos oficios pero no es especialista en nada, es capaz de trabajos menudos e invenciones caseras. Su taller es un depósito de cosas inservibles pero que podrán ser útiles un día. No desperdicia, no cuenta con instrumentos refinados ni repara según los planos precisos de un ingeniero. Pero se las arregla para salir del paso con su ingenio y su sentido práctico. De esta manera, el bricoleur es, para Jacob, aquel que de una vieja rueda de coche hace un ventilador, de una mesa rota una sombrilla. Este tipo de manipulación no difiere de lo que hace la evolución cuando produce una ala a partir de una pata, o parte del órgano auditivo a partir de un fragmento de mandíbulas […]. La evolución actúa como un bricoleur que durante millones de años modificara lentamente su obra, retocándola sin cesar, cortando aquí, agregando por allá, aprovechando todas las ocasiones para ajustar, transformar, crear”. (…Continúa…)

https://es.wikibooks.org/wiki/LA_FRANJA

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ARGENCONDA

https://es.wikibooks.org/wiki/Argenconda

A R G E N C O N D A” Novela Etnográfica

Autor: Ricardo Francisco ORTOLA

Prólogo

En este caso no hay mucho que decir, tampoco que explicar ya que sin explicación nada podría decirse. Sin embargo, algo pasa con el comienzo del que se duda cada vez que una historia empieza. En verdad esto empieza ahora? Hay una certeza que no. El principio es un misterio y rápidamente se llega a la conclusión que “nada” comienza porque todo “empezó” lo que resulta como menos un verdadero misterio, sin exagerar, diría que lo que sigue. Es el verdadero misterio al que llaman Incipit.

Solo esa complicación que genera empezar algo, ir a una peluquería nueva. Claro, como se tiene una cierta edad y el peluquero también, es obvio que dos historias se encuentran. Claro, pero es que se trata de la primera vez que se va a esa peluquería, y con ese peluquero. Vamos, es un momento difícil y ahí se ve lo complicado de comenzar. Luego esto se arregla, se soluciona solo con el pasar de los minutos, como siempre pasa, se comprende que no hay nada que comprender. Lo que realmente sucede es que todo esta ocurriendo desde antes que naciéramos y aun así, pese a nuestro nacimiento en el mundo, sigue. No hay nada que pensar sobre los inconvenientes de como empezar lo que ya empezó. 


Capítulo 1

Artena es un pueblito a unos 42 Kilómetros de Roma. De pronto, una típica casa del lugar donde el verano resulta insoportable. Adentro del amplio hall se abre una gran ventana que permite mirar el sugerente paisaje. Ahí parado está BienOver en silencio, mirando en éxtasis. Probablemente segrega algún pensamiento hacia su destino. Permanece mirando esa vista que la naturaleza ofrece a su mirada. Sin dudas lo seduce la visión. Sobre un pequeño escritorio hay carpetas, un folleto y algunos sobres de correspondencia. Es una tarde apacible, agradable. BienOver cree saber sobre la existencia de las personas, y especialmente, conocer el mecanismo con que estas funcionan. Es notable su interés por las vidas posibles que no fueron y de las directamente invisibles. Se ocupa en una tarea exploratoria y lo acompaña un grupo de expertos. Parece otra misión más, sin embargo, se trata de una investigación atípica y estimulante. Intenta, con su percepción, anticiparse a los efectos imprevisibles, inesperados e inevitables de la gestión. Es más, alcanza a intuir que parte de la tarea no tiene causa, y que, por otra parte, los hechos habrían ocurrido con anterioridad, o lo que es peor, simultáneamente. Reflexión que es acompañada, como siempre, de la incertidumbre. BienOver espera la llegada de MalOff, su compañero de trabajo más apreciado y que en esta ocasión podría decirse que se trata de” un camarada”. En este momento, la música que se escucha por todo el living encaja con la decoración y da por resultado un agradable efecto que BienOver concilia con un aromático y estimulante whisky. Se escucha a los Solistas de Zagrieb soplando el verano de Vivaldi. BienOver, cavila mientras contempla el magnífico atardecer del pueblito italiano. Un exquisito aroma a café invade el lugar y llega (invisiblemente) hasta su olfato. 

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CRIMINALIDAD DE LOS PODEROSOS…

…Y LOS PROBLEMAS QUE NO PUEDEN COMPARTIR

Las actitudes, motivaciones y racionalizaciones para llevar a cabo las conductas irregulares distinguen a la criminalidad de los poderosos. Estas conductas muchas veces se mantienen en secreto, mientras se apropian de lo ajeno, motivados por problemas cuyo origen no pueden compartir con otras personas, en particular, la violación de las obligaciones atribuidas, dificultades resultantes de errores personales, inconvenientes derivados de una caída en los negocios, contrariedades resultantes de aislamiento físico, incremento de estatus social y los problemas derivados de la relación empleador-empleado. La percepción del defraudador de no poder compartir su problema económico es una de las tres aristas del conocido “triángulo del fraude” de Cressey. Por otro lado, una investigación reciente ha encontrado relación entre los antecedentes penales de los ejecutivos y el costo de sus casas y automóviles, vinculando al materialismo y la propensión a romper las reglas con el fraude, el tráfico de información privilegiada y las actividades comerciales de riesgo. Las organizaciones deberían prestar más atención ala conducta personal ala hora de elegir a sus líderes. Entender a fondo estas circunstancias será relevante para que los Compliance Officers puedan analizar los determinantes de los riesgos de fraude y corrupción, que luego permitirán moldear los elementos de los Programas de Integridad.

Por Raúl Saccani.

Edwin Sutherland fue el célebre sociólogo estadounidense que en la década del 40 acuña el término “White Collar Crime” para referirse a ilícitos penales cometidos por sujetos de elevada condición social en el curso o en relación con su actividad profesional. Revolucionó la criminología al alertar que las explicaciones tradicionales sobre el fenómeno criminal eran inválidas, principalmente porqué derivan de muestras sesgadas que no incluyen vastas áreas del comportamiento criminal de personas no pertenecientes a las clases más bajas.

Sutherland plantea la hipótesis, como un sustituto de las teorías convencionales, que la criminalidad de cuello blanco es aprendida en directa o indirecta asociación con aquellos que ya practican el comportamiento. El autor explica que el aprendizaje de la conducta criminal ocurre mediante la interacción con otras personas en un proceso de comunicación. Por lo tanto, el acto criminal no podríatener lugar de no haber existido la interacción con otros individuos, en un grupo en el que se comparten afinidades. Este proceso de aprendizaje que destaca Sutherland tiene influencia en dos áreas específicas: las técnicas para cometer el delito y las actitudes, motivaciones y racionalizaciones para llevar a cabo la conducta. Es así que los empleados desleales influenciarán a algunos leales para inducirlos a cometer el ilícito. No obstante, esto funciona en forma recíproca: los leales también pueden influir a los desleales.

Sutherland nos hace reflexionar sobre la importancia del buen gobierno corporativo en las organizaciones y la difusión de los códigos de conducta como medida preventiva de la delincuencia de cuello blanco. Ello, por supuesto, sumado a las revisiones periódicas para evaluar su grado de cumplimiento. Mantener el denominado tone at the top, se presentaría como una de lasmedidas fundamentales para evitar las conductas irregulares en elmanagement.

En efecto, aunque el compromiso de calidad sea descrito en la estrategia de la organización, en las comunicaciones, la descripción de puestos, el proceso de evaluación de desempeño, etcétera, si el mensaje transmitido por la alta dirección no se traduce en una forma de vida corporativa donde genuinamente se predique con el ejemplo, la probabilidad ocurrencia de conductas relacionadas con los delitos de cuello blanco se ve sustancialmente incrementada.

Donald Cressey fue una de las figuras centrales de la criminología en el siglo XX. Sociólogo, educador, editory autorpolíglota, Cressey fue sin duda uno de los más brillantes discípulos de Sutherland en la Universidad de Indiana durante los años 1940. Cressey decidió que enfocaría la tesis de su doctorado en criminología en los defraudadores, particularmente en relación con la malversación de activos. Dada la importancia y el impacto de su trabajo, cabe hacer una referencia al contexto social, histórico y político para entender por qué tuvo tanta influencia en la sociedad y el mundo académico.

La evolución del campo de la sociología tuvo un impacto significativo en la obra de Donald Cressey. En primer lugar, de parte de su maestro, amigo y mentor: Edwin H. Sutherland. En segundo lugar, debido al momento histórico en que se producía un cambio de paradigma en el pensamiento criminológico, a partir del cual se abandonaba la idea de que la delincuencia era el resultado de la pobreza, la discriminación racial y otras privaciones. En efecto, el consenso de la doctrina sociológica de la época fue que la única estrategia eficaz y moralmente defendible para reducir la delincuencia era atacar sus raíces con programas que pusieran fin a la pobreza y redujeran la discriminación. Esto vino acompañado de un considerable aumento de la demanda de investigación social aplicada, para ayudar al gobierno de los EE.UU. a desarrollar en la práctica lo que los sociólogos teorizaban.

Si bien la obra de Sutherland tuvo gran relevancia para Cressey, el discípulo siguió su propio camino cuando se internó en el estudio de los malversadores, a quienes definió como “violadores de confianza”. Cressey estaba especialmente interesado en las circunstancias que llevan a los defraudadores caer en la tentación. Al cabo de su investigación había desarrollado el modelo clásico, aún vigente, para definir al delincuente profesional.

Cressey define a los defraudadores como “personas de confianza que tienen un problema financiero que no pueden compartir, y que son conscientes que este problema se puede resolver en secreto mediante la violación a esa posición de confianza. Entonces, ajustan su concepción de sí mismos y de la situación, así como la de los propietarios del dinero o bienes confiados al defraudador”.Cressey decía, además, que “las personas fiables se convierten en violadores de confianza cuando tienen un problema financiero que no pueden resolver por sí mismos, y encuentran que tomar el dinero ajeno puede ser una solución factible, justificando la conducta al aplicar ciertos razonamientos que transforman esavisión de personas fiables a una visión de personas que usan los fondos o bienes confiados”.

Con los años, la hipótesis de Cressey devino en el conocido “triángulodel fraude”cuya primera arista representa la percepción del defraudador de no poder compartir su problema económico. La segunda, la oportunidad percibida, y la tercera, la racionalización de su conducta.

El papel que juega el hecho de no poder compartir el problema es fundamental. Dice Cressey: “cuando se le pidió a los defraudadores que explicaran por qué se abstuvieron de violar la confianza cuando estuvieron en otros cargos, estos contestaron: (a) no había necesidad de ello esa vez; (b) nunca se me pasó por la cabeza; y (c) pensé que era deshonesto entonces, pero esta vez no parecía deshonesto”. Sigue Cressey informando que “en todos los casos de violación de confianza el defraudador consideraba que su problema financiero no podía sercompartido con otras personas que, desde un punto de vista más objetivo, podrían haberle ayudado en la solución del problema”.

Los defraudadores no pueden compartir su problema porque, según entienden, el origen del mismo podría recibir reproche por parte de las personas, por ejemplo, cuando el problema financiero tiene origen en una adicción. El individuo considera que no puede confesar este problema y decide mantenerlo en secreto, mientras soluciona su problema financiero tomando dinero que no le pertenece.

Cressey divide estos problemas financieros “no compartibles” en seis subtipos básicos: la violación de las obligaciones atribuidas, problemas resultantes de errores personales, problemas derivados de una caída en los negocios, problemas resultantes de aislamiento físico, incremento de status social y los problemas derivados de la relación empleador-empleado.

La violación de las obligaciones atribuidas

La mayoría de los empleados que gozan de la confianza de sus empleadores consideran que, además de ser honestos, para mantener dicha posición deberán ajustar sus conductas a ciertos estándares éticos considerados apropiados en el marco de la cultura en la que sedesarrolla la relación. Es decir, mantener la confianza implicará comportarse de manera “aceptable”. Piensan que la fidelidad resultará afectada si confiesan problemas tales como el juego, el uso de drogas, la infidelidad y otras conductas repudiadas por la sociedad.

Cuando las personas incurren en deudas o de alguna otra manera llegan a estar obligados como consecuencia de la conducta socialmente incorrecta, con frecuencia consideran que estas deudas deben ser mantenidas en secreto, los que las convierte en un problema financiero no compartible.

Los problemas resultantes de errores personales

Otro tipo de problema que a menudo se define como no compartible es aquel en que la persona se siente culpable o responsable en forma personal. Algunos problemas financieros urgentes pueden ser considerados como el resultado de “condiciones económicas adversas” o de “causas de fuerza mayor”, pero otros son considerados como el producto de decisiones equivocadas o de fallas en el planeamiento. Debido a que teme la pérdida de la confianza, el individuo evitará admitir el hecho que el problema es una consecuencia de su “mal juicio”, entonces acudirá a la defraudación para cubrir sus propios errores. El orgullo profesional hará que el sujeto no pueda reconocer una falla que implicaría una pérdida de estatus.

Dificultades derivadas de una caída en los negocios/problemas de mercado

Esta categoría difiere de la anterior en que el problema tiene un origen externo, por ejemplo, la recesión o la inflación que afectan a la economía en un momento dado y, por ende, también al negocio, no siendo capaces de resolver los problemas inherentes a este clima de negocios tormentoso. Usualmente, el optimismo juega en contra de estos sujetos que no pueden reconocer el problema a tiempo.Incluso tratándose de una circunstancia ajena a su esfera de actuación, el sujeto decide encubrirla, apelando al fraude, para mantener intacto su estatus en la organización.

Inconvenientes resultantes del aislamiento físico

En este caso, el defraudador simplemente carece de alguien de su confianza con quien compartir el problema. Cressey describió esta categoría como situaciones en las que se aísla a la persona de aquellas que le puedan ayudar. La pandemia de COVID-19 ha sido paradigmática no sólo en el sentido del aislamiento físico sino del contacto necesario para generar la confianza que permita compartir estos asuntos sensibles.

Incremento de status social

En las categorías anteriores el defraudador intenta mantener su estatus social. En esta, por el contrario, intentará escalar posiciones. Usualmente se la describe como “vivir más allá de las posibilidades”, aunque tiene raíces más profundas. El problema surge cuando el individuo advierte que no puede estar a la altura del grupo social al que pretende pertenecer, y su problema no puede ser compartido por cuanto no puede renunciar a sus aspiraciones ni obtener los símbolos de estatus que confirmarían su pertenencia. Entonces, el problema no se limita a mantener cierto nivel de vida, sino a obtener los símbolos de un estatus social al que, de otra forma, no podría acceder.

Durante mucho tiempo, hemos creído que un gobierno corporativo sólido es suficiente para evitar la mala conducta de los ejecutivos. Sin embargo, una nueva investigación muestra que los comportamientos de estilo de vida pueden significar problemas para las empresas, independientemente de las medidas de seguridad existentes. Aiyesha Dey, profesora asociada de Harvard Business School, ha investigado la relación entre los antecedentes penales de los ejecutivos y el costo de sus casas y automóviles. Su investigación ha vinculado el materialismo y la propensión de un individuo a romper las reglas con el fraude, el tráfico de información privilegiada y las actividades comerciales de riesgo. Aiyesha dice que las organizaciones deberían prestar más atención al comportamiento personal al elegir a sus líderes.

Los problemas derivados de la relación empleador-empleado

Por último, Cressey describe los problemas resultantes de la relación entre el empleado y su empleador. El más común, de acuerdo con el autor, es el empleado que rechaza el estatus otorgado por la organización (por considerarlo inferior) pero, a la vez, se siente incapacitado de abandonarla para ir en busca de algo mejor. El resentimiento se incrementa cuando el individuo tiene la sensación de no estar siendo compensado en forma justa, sea por un sueldo bajo, por trabajar demasiado o por no estar suficientemente reconocido su aporte.Cressey afirma que el problema no puede compartirse debido a que implicaría poner en riesgo su estatus en la organización.

Desde que Cressey finalizó su investigación en los años 50 obviamente la estructura social ha cambiado. Pero la reacción del empleado que enfrenta una presión financiera inminente no ha sufrido alteraciones: debe hacer algo para aliviar la carga. Pero no será suficiente el mero hurto del dinero, también deberá asegurarse de ocultar las pruebas que lo incriminen. El hecho de revelar la conducta irregular implicaría también admitir el problema financiero que la provocó. La defraudación en sí misma no será lo que cree la necesidad de mantener todo en secreto, sino justamente las circunstancias previas que llevaron al sujeto a actuar de ese modo. Entender a fondo estas circunstancias será relevante para que los Compliance Officers puedan analizar los determinantes de los riesgos de fraude y corrupción, que luego permitirán moldear los elementos de los Programas de Integridad.

Bibliografía:

Nota del autor: Los puntos de vista y opiniones de Raúl Saccani en este artículo son realizados a título personal y no en representación de la Universidad Austral, el IAE Business School, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA o Deloitte S-LATAM y afiliadas. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de esta obra como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.
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El papa Francisco y las dictaduras del socialismo del siglo XXI

Por 
Carlos Sánchez Berzain
21 de Agosto de 2022
Director del Interamerican Institute for Democracy

El Papa tiene el triple poder de Pastor de la Iglesia Católica, Sumo Pontífice de la Iglesia, y Jefe del Estado Vaticano. La fe de millones de católicos hace al Pastor, el poder supremo sobre ordenados y fieles al Pontífice, y es Monarca Absoluto del Vaticano.  El Papa hace política pues rige asuntos públicos de alcance global, y en ese contexto, su relación, acciones y omisiones con las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, inquiere a “Francisco como el Papa de las dictaduras del socialismo del siglo XXI”.

El Papa como PASTOR es el padre espiritual de los fieles católicos, la máxima autoridad que debe cuidar de la congregación de creyentes. Esta autoridad está fundada en la fe que es “el conjunto de creencias de una religión”, y que en el catolicismo es “la primera de las tres virtudes teologales, asentimiento a la revelación de Dios propuesta por la iglesia”.

Como PONTÍFICE es el Obispo de Roma “el prelado supremo de la Iglesia Católica Romana” el Jefe absoluto de la estructura eclesiástica que comprende a todos los ordenados y la congregación de fieles.  Es el “Jefe del gobierno eclesiástico general”, de una organización global y privada.

Como JEFE DE ESTADO, es la autoridad máxima del Estado de la Ciudad del Vaticano, “el estado independiente más pequeño del mundo”, nacido con el Tratado de Letrán firmado entre la Santa Sede e Italia en 1929.  Es una “Monarquía Absoluta” y el Papa “como Jefe de Estado y de Gobierno tiene plenos poderes legislativo, ejecutivo y judicial”.

El respeto a la vida, los derechos humanos y las libertades fundamentales son esenciales en los principios y valores de la fe católica, de la Iglesia Católica y del Estado Vaticano. Desde el Pontificado del Papa Juan XXIII (1958-1963) la Iglesia Católica defiende y predica los contenidos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El Papa Francisco en su “intención de oración de abril de 2021″ afirmó que “defender los derechos humanos fundamentales necesita coraje y determinación”.

Francisco el primer Papa latinoamericano, “ha sido reconocido por ser uno de los principales responsables de que se renovaran los lazos diplomáticos entre Estados Unidos y Cuba”. En septiembre de 2018 Francisco “obtuvo el reconocimiento tanto del presidente de Estados Unidos Barack Obama como del dictador de Cuba Raúl Castro, por ayudar a reestablecer las relaciones entre los países vecinos”. Con el título de “visita pastoral” el Papa Francisco estuvo en Cuba del 20 al 22 de septiembre de 2015 que “incluyó una visita privada a Fidel Castro”.

Al cumplirse un año de las masivas protestas del 11 de Julio de 2021 en Cuba, que siguen siendo reprimidas por medio de terrorismo de Estado por la dictadura, el Papa Francisco fue entrevistado en Noticias Univisión 24/7 y sin decir nada sobre la violación institucionalizada de derechos humanos expresó: “Yo quiero mucho al pueblo cubano ….y también lo confieso, con Raúl Castro tengo una relación humana”….”Cuba es un símbolo….”.

En las últimas semanas toda la atención se ha concentrado en el Papa Francisco por su absoluto silencio respecto a los hechos criminales de la dictadura de Nicaragua de Daniel Ortega y Rosario Murillo con la expulsión de las Misioneras de la Caridad, persecución, acoso y apresamientos de religiosas y sacerdotes católicos incluyendo confiscaciones de medios de comunicación, intervenciones y destrozo de iglesias y de símbolos católicos como imágenes consagradas de la religión. Todo eso sumado a los cerca de 200 presos políticos, procesos falsificados, torturas y cientos de miles de exiliados.

La dictadura castrochavista de Nicaragua perpetra terrorismo de Estado desde hace años contra los ciudadanos nicaragüenses aplicando la metodología cubana y últimamente se concentra en ordenados, religiosas, sacerdotes y miembros de la curia católica como Monseñor Rolando Álvarez. Ya el año 2019 -en una acción claramente favorable al régimen- el Pontífice sacó de Nicaragua a Monseñor Silvio José Báez en un hecho calificado como “exilio forzado”.

Mundialmente criticado por su “vergonzoso silencio”, el Papa ha expresado hoy su “preocupación y dolor por la situación en Nicaragua” pidiendo “un diálogo abierto y sincero” para que “se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica”.  Un mensaje de respaldo y encubrimiento a la dictadura a la que no señala sus crímenes infraganti y pone en el nivel político para negociar con sus víctimas.Lamentable papel en el que no hizo referencia a la detención arbitraria del Obispo de Matagalpa ejecutada por la dictadura dos días antes.

El silencio y las declaraciones en tono de simples crisis y no de crímenes de lesa humanidad ni de terrorismo de estado respecto a las violaciones de derechos humanos de las dictaduras del socialismo del siglo XXI es constante por parte de Francisco. No califica como dictaduras a Cuba, Venezuela, Bolivia o Nicaragua. Las iglesias en esos países han sido privadas de medios de comunicación y de centros de enseñanza y los religiosos son víctimas permanentes de violación de sus derechos humanos, pero el Papa, el Sumo Pontífice y el Jefe de Estado del Vaticano calla o presenta escenarios favorables a los regímenes de oprobio.

¿Pecado de omisión? En el ámbito de la fe y del Pastor. Abandono de los suyos en la protección de la Iglesia como Pontífice. Acciones políticas de protección de las dictaduras como Jefe del Estado Vaticano. Es la realidad objetiva de Francisco el Papa de las dictaduras del socialismo del siglo XXI.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

www.carlossanchezberzain.com

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Los retos del voto electrónico frente a la aceleración digital de los Estados

CAF Banco de Desarrollo de America Latina

https://www.caf.com/es/sobre-caf/

La aceleración digital aparejada a la crisis del COVID-19 es un fenómeno ampliamente reconocido. El alcance del teletrabajo, teleducación, telesalud, y servicios digitales que los gobiernos ofrecen a sus ciudadanos, aumentó considerablemente. Sin embargo, una de las áreas en que la digitalización se discutió con cautela y escepticismo durante la pandemia, fue la adopción del voto electrónico y remoto como mecanismo para garantizar la continuidad de calendarios electorales que podían verse afectados por los confinamientos.

Aunque la idea del voto electrónico ganó tracción a principios del siglo XXI, el efecto de la pandemia sobre el desarrollo de las elecciones puso el tema en la agenda pública: países como Bolivia, Francia, Gran Bretaña, Macedonia del Norte y Serbia pospusieron votaciones de varios tipos, lo cual reactivó discusiones alrededor de la implementación del voto electrónico; en especial frente a la disponibilidad y aceleración de tecnologías digitales en varios aspectos de la vida diaria. Así, hacer filas en los puestos de votación, marcar en un tarjetón la preferencia electoral que se deposita en una urna, para luego hacer conteos manuales que se registran en planillas oficiales, que luego se consolidan (de nuevo, manualmente) en sistemas de información, puede parecer como adoptar transporte público en carruajes, cuando existen los trenes.

El voto libre para la elección de corporaciones públicas es un pilar fundamental de las democracias, pero todavía existen varios escollos por resolver. Habilitar a los ciudadanos para que puedan utilizar dispositivos electrónicos para votar de modo supervisado (estaciones) o sin supervisión (desde su computador a través de internet), se configura como una forma atractiva para expresar la voluntad popular. En ese sentido, seleccionar candidatos a un cargo público en un tarjetón no debería ser muy diferente de hacer compras en línea. Esa digitalización puede profundizar la democracia: el voto en línea, por ejemplo, permitiría que ciudadanos con discapacidades usen plataformas digitales; la simplificación del procedimiento podría motivar a quienes usualmente se abstienen de votar; y los resultados se podrían conocer rápidamente.

Sin embargo, esas mismas características que hacen lucir a la digitalización del voto como algo simple, son las que ponen en duda la confiabilidad en su uso: por una parte, se pone en peligro el carácter secreto del voto (ver párrafo siguiente); y por otra se expone el sistema electoral a medios digitales de votación que son especialmente vulnerables al fraude. Galois, una empresa de americana con reputación en el desarrollo de sistemas digitales seguros, mostró lo relativamente sencillo que era alterar las votaciones hechas vía correo electrónico, con motivo de las elecciones del año 2014 en Estados Unidos.

El elemento clave en el uso de medios digitales para votar, exige la interacción entre autenticación, anonimato/privacidad y verificabilidad/auditabilidad. De modo simple, un votante necesita autenticarse (por ejemplo, demostrar su identidad única que lo acredita como elector) para registrar un voto; la plataforma tecnológica debe, al mismo tiempo, asegurar que nadie pueda determinar la preferencia de dicho elector; finalmente el votante debe estar en posibilidad de verificar si su voto ha sido registrado y contado correctamente y, si ese no es el caso, entonces debe estar en capacidad de demostrarlo (sin revelar cómo ha votado). Estos controles se han sofisticado en el mundo físico, pero siguen en desarrollo dentro del mundo digital, puesto que es difícil hacer auditable cada voto así como todo el conteo, sin abrir la posibilidad de conocer cómo ha votado cada elector.

En América Latina y el Caribe, países como Brasil desde finales de los 90 y República Dominicana desde el 2019 han tenido experiencias sobre la aplicación de voto electrónico supervisado. Aunque no existe evidencia sistemática de que las estaciones de medios electrónicos sean infalibles, tienen aceptación gracias a su auditabilidad al emitir un duplicado del voto en papel que el elector deposita en una urna. De este modo, si existen dudas sobre el proceso de registro, conteo y reporte de las votaciones por medios digitales, siempre estarán las urnas físicas para auditar y verificar los resultados. Estas características, por razones evidentes, implican dificultades para la agenda de voto remoto por medios electrónicos, que sólo ha sido explorado a gran escala en Estonia (país que lleva décadas desarrollando no sólo servicios digitales de gobierno sino la misma identidad digital de sus ciudadanos).

Adicionalmente, aún si se garantiza la auditabilidad en el proceso de votación sin exponer el carácter secreto de los votos, siempre queda un último eslabón: los sistemas de información de la autoridad electoral que consolida votaciones y certifica los resultados. La ciberseguridad de esos sistemas, si se altera, puede afectar la confianza en las democracias. Parte de la solución a este riesgo está en el cifrado de extremo a extremo: los datos en proceso de reporte y consolidación quedan transformados a un formato ilegible y sólo ciertos agentes autorizados pueden leerlos. Desde 2020 se está afinando este mecanismo a través del cifrado homomórfico, que permite desarrollar operaciones sobre los datos sin requerir el acceso a los mismos. En procesos electorales ese cifrado tiene un potencial inmensopuesto que podría sumar los votos de mesas, estaciones y distritos en votaciones consolidadas sin requerir acceso a las votaciones subyacentes.

El mercado de soluciones digitales para las elecciones está surgiendo en el mundo y en América Latina. Iniciativas como ExClé refinan la autenticación biométrica en las distintas fases del proceso electoral para evitar el fraude y garantizar que “un ciudadano es igual a un voto”. Por otro lado, NA-ATdesarrolló un programa llamado “FAD Participación Ciudadana” que consiste en crear un sistema basado en blockchain para el voto electrónico. Aunque la mayoría son una serie de pilotos, esto muestra un grado de interés en ejecutar estos proyectos a mayor escala en un futuro. Microsoft está desarrollando varias soluciones para implementar procesos electorales sobre plataformas digitales, a través de su programa “defending democracy” para que sean confiables y seguros.

La implementación del voto electrónico en América Latina necesita explorar más experimental y gradualmente las ventajas de las tecnologías digitales en elecciones democráticas. Países como ColombiaParaguay y Argentinatienen disposiciones legales al respecto, pero no han podido escalar el uso de plataformas para voto electrónico en sus procesos electorales más importantes. En general la digitalización electoral es la excepción y no la regla en la región. Sin embargo, ya existe una agenda clara que se proponga superar los retos logísticos en las elecciones, proveer a cada persona una solución que le invite a elegir sus gobernantes, garantizar la privacidad de su voto y generar confianza en los resultados electorales.

Camilo Cetina

Camilo Cetina

Ejecutivo principal de la Dirección Transformación Digital, CAF

Líder de la agenda de integridad pública en CAF. Es Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, con Maestría en Economía de la Universidad de Copenhague. Camilo es experto apoyando reformas estatales para buen gobierno, fortalecimiento institucional y lucha contra la corrupción; en particular estuvo encargado de la implementación de la política anticorrupción en Colombia entre 2014 y 2017, así como del desarrollo del primer Observatorio de Transparencia y Anticorrupción en el país y de coordinar iniciativas de integridad pública con motivo del acceso de Colombia a la OECD.

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Innovacion Democratica

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El Ayuntamiento de Barcelona trabaja para construir una ciudad más democrática, y trata de hacerlo investigando, desarrollando e innovando en la participación, la transparencia y los derechos de ciudadanía: en sus procesos, prácticas, infraestructuras, canales, mecanismos y formas.

Durante los últimos 200 años la sociedad ha cambiado radicalmente en ámbitos tan diversos como la economía, la cultura, la tecnología o el urbanismo. Sin embargo, el sistema democrático que tenemos apenas ha evolucionado. Las redes sociales que extraen ingentes cantidades de datos de nuestro comportamiento político, el tratamiento de estos datos mediante sofisticados sistemas de inteligencia artificial, las brechas sociales cada vez mayores, la precariedad y la falta de tiempo de un mundo cada vez más acelerado… todo ello amenaza con debilitar la calidad democrática de las instituciones al tiempo que se abren alternativas para renovarse, mejorar y explorar nuevas formas de democracia. Debemos dar pasos hacia una ciudad democrática más participativa, inclusiva, abierta, directa y justa. Es el momento de construir una democracia a la altura del siglo XXI, con tecnologías contemporáneas: una democracia en red de, por y para todas las personas.

Para afrontar este reto hemos construido un grupo interdisciplinar e interinstitucional que abre los procesos a la ciudadanía, con las trabajadoras de la institución, pero también con investigadoras académicas, comunicadoras, programadoras e ingenieras, y cualquier persona interesada. El reto es inmenso, hacen falta manos y cerebros. 

Qué hacemos: 

  • Investigamos, diseñamos, desarrollamos y estandarizamos nuevos modelos de participación y entornos digitales para la coordinación colaborativa y la democracia participativa. 
  • Desarrollamos tecnologías para la comunicación, la colaboración y la participación interna en el Ayuntamiento.
  • Ofrecemos servicios de I+D+i en asuntos de participación y gobernanza democrática para problemas concretos de la ciudad y para el resto del Ayuntamiento.
  • Promovemos, con y entre la ciudadanía, competencias, conocimientos y capacidades críticas para la participación democrática.
  • Defendemos los derechos de ciudadanía en el espacio digital.

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Voto Directo Digital para Legislar el Presupuesto General de la República Argentina

Autor: Ricardo Francisco ORTOLA

Un paso necesario y transcendente hacia la Democracia Directa

Dice el Dr. Bunge (2000):…”Todo lo que se ve ha sido observado desde algún punto de vista: no hay visión desde ninguna parte.”[1]En coincidencia con esta afirmación, queremos solucionar la corrupción.  

La Corrupción en los Paises de Iberoamérica obtura las Democracias cuya existencia se reduce al texto de las Constituciones, mientras que aquel mal sistémico les impide evolucionar y mejorar. 

Aclaramos que la Corrupción es un fenómeno que desvía el funcionamiento legal y ético del Gobierno generando la involución del Estado[2]. Según Gobierno Abierto (Open Gov):

“La corrupción es el uso de un cargo público para beneficio privado. Incluye delitos como la extorsión, el soborno, el crimen organizado o la malversación de fondos. También incluye actos poco éticos y patrocinio, como puertas giratorias para empleados del gobierno y la captura del proceso regulatorio por parte de los poderosos y conectados.”

Cuando los participantes pertenecen al espacio privado y cometen irregularidades con reproche penal y no participa el Estado, configuran delitos comunes. 

Los casos registrados de Corrupción, tienen una extensa casuística y su listado es interminable. 

Hoy, terminar con el flagelo de la Corrupción, configura uno de los principales objetivos del Sistema Mundo. Y es tratado en debates y discusiones en Conferencias, Congresos y Convenciones desde los últimos 30 años por las Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales de similar jerarquia que han suscripto Actas y Compromisos de gran transcendencia en la actualidad.

Enfocados en el flagelo de la Corrupción y con el objetivo de potenciar la Democracia, es que vamos a construir una propuesta que empieza a erradicar este grave problema que padece la Sociedad Civil.

Tampoco es una novedad la lucha contra la Corrupción[3]. Como es bien sabido, se trata de un antiguo mal que muta disfraces y recurre a novedosos ardides para seguir instalado en las Instituciones. Sin ir mas lejos, encontramos  que la actual etapa de la Historia (Edad Moderna) empieza con la Revolución Francesa, siendo este el más famoso acontecimiento histórico ocurrido con el objetivo de acabar la corrupción sistémica del Estado absolutista[4].

Desde entonces y hasta nuestros dias hay una larga lista de hechos y eventos realizados con el objetivo de terminar con la Corrupción del Estado.

Innumerables formas de Gobierno fueron creadas para hacer funcionar el Estado de los distintos Paises y Naciones del Mundo algunas de las cuales todavía estan vigentes. 

Sin embargo, es la democracia liberal la que se ha impuesto definitivamente en el largo proceso que muestra la historia institucional del Estado. A lo que podemos agregar un dato no menor, y es que, esa democracia triunfante apalanca su existencia en la última versión[5] de la República.

También es necesario tomar en cuenta las singulares consecuencias del éxito de la democracia liberal de las cuales Francis Fukuyama[6] (1992), dice: 

“…(…) un notable consenso respecto a la legitimidad de la democracia liberal como sistema de gobierno había surgido en el mundo, durante los años anteriores, al ir venciendo a ideologías rivales, como la monarquía hereditaria, el facismo, y, mas recientemente, el comunismo. Más que esto, sin embargo, argüía que la democracia liberal podía constituir  <el punto final de la evolución ideológica de la humanidad>, la <forma final de gobierno>, y que como tal marcaría <el fin de la historia>. Es decir, que mientras las anteriores formas de gobierno se caracterizaron por graves defectos e irracionalidades que condujeron a su posible colapso, la democracia liberal estaba libre de estas contradicciones internas fundamentales. Esto no quería decir que las democracias estables de hoy, como las de Estados Unidos, Francia o Suiza, no contuvieran injusticias o serios problemas sociales. Pero esos problemas se debían a una aplicación incompleta de los principios gemelos de libertad e igualdad, en los que se funda la democracia moderna, más que a una falla de los principios mismos. Si bien algunos países actuales pueden recaer en formas más primitivas de gobierno, como la teocracia o la dictadura militar, no es posible mejorar el ideal de la democracia liberal”.

Ese fin de la historia de las instituciones que señala Fukuyama en el párrafo arriba citado, lleva a nuestra primera conclusión y es que luego de ese final ha terminado el tiempo de la Representatividad y del Estado como su herramienta ejecutiva. Ha concluido la etapa de la Democracia Indirecta y a esta le sigue, recordando en la “edad de oro o prometida”, la etapa  de la Democracia Directa. 

Esta situación terminal emerge en coincidencia con un cambio de características planetarias. El historiador Paul Johnson[7] considera que el Siglo XXI comienza con el primer viaje del hombre a la Luna en julio de 1969. Y por su parte el Sociólogo Norteamericano Alvin Toffler[8] señala el nacimiento de la Sociedad del Conocimiento instalando en el mundo un inédito paradigma social. La incorporación de las nuevas tecnologías, los poderosos efectos que imponen las nuevas comunicaciones digitales, e innumerables acontecimientos, hechos aumentaron la complejidad en la vida del los seres humanos que nos llevan a considerar que las soluciones a los problemas sociales serán superados mediante la Democracia Directa. 

Considerando la conclusión dicha arriba, es que propondremos una solución novedosa y no tradicional. Iniciar el proceso que conduzca a la instalación de la Democracia Directa. Pero sin dejar de considerar, que este camino será muy difícil y largo en el tiempo, nos proponemos en este PF un primer paso pequeño y posible. 

Nuestro objetivo en esta propuesta, en realidad es una meta que materializará el rumbo hacia el objetivo final que es la Democracia Integral y Directa que hoy es una utopia.    Esta propuesta plantea introducir la reforma parcial introduciendo el Gobierno del Ciudadano gradualmente, y luego continuar ampliando la magnitud en la participación ciudadana hasta su instalación definitiva.

En este orden de ideas pondremos dos mojones que guíen la propuesta antes de proseguir, a saber: 1) tomaremos a la República Argentina como Pais destinatario de la solución y 2) elegiremos un solo caso de Corrupción que se encuentra en el Poder Legislativo.   

En la Republica Argentina mediante el procedimiento legislativo, los Diputados o Senadores rompen el compromiso electoral votando la “Ley del Presupuesto General de la Nación” contrariando o desviándose de los deseos de cada ciudadano. 

La sanción de la Ley mencionada, constituye la acción pública económica de mayor envergadura que se realiza en Argentina, anualmente. En ella se decide: en qué, porqué y cómo, se gastarán los recursos aportados por la Sociedad en concepto de Impuestos.

Entre muchos, este mecanismo fraudulento que funciona en el Poder Legislativo, nació en EEUU donde todavía se lo sigue practicando con los cabildeos o el famoso “Lobby” en el Congreso, y que al respecto señala Fukuyama (2016)[9]:  

Por parte del Congreso ha habido una usurpación paralela. Los grupos de interés y de presión, al perder su capacidad para corromper directamente a las asambleas legislativas mediante los sobornos y la alimentación de la maquinaria clientelista, han descubierto nuevos medios perfectamente legales de captar y controlar a los legisladores. Los grupos de interés ejercen una influencia desproporcionada respecto al lugar que ocupan en la sociedad, distorsionan tanto los impuestos como el gasto y aumentan los niveles generales de déficit gracias a su capacidad de manipular el presupuesto a su favor.”

Del extenso listado de estafas a la ciudadanía, hemos tomado el caso de la votación de las leyes para proponer una experiencia de Democracia Directa que procure la solución. Luego, hemos construido un proyecto con la solución a ese problema, que consistió en la Reforma Parcial de la CN introducida en el Poder Legislativo de la República Argentina. Esa novedad permitirá sancionar la “Ley del Presupuesto General de la Nacion” reemplazando el voto del Legislador por el del Ciudadano de forma individual y directamente. A este Proyecto lo denominamos de aquí en adelante el Voto Directo Digital o VDD.

En la República Argentina, durante diciembre del año 2001, el Poder Legislativo en una historica sesión anunció públicamente, que la Nación Argentina no pagaría la “Deuda Externa”. 

Todo sucedió en el marco de un desorden politico-social inédito, con corridas callejeras, confrontaciones violentas de manifestantes con las fuerzas del orden, muertos y la renuncia a su cargo de Presidente del Dr. De La Rua. 

Luego se instaló en la Sociedad una anarquía amenazante que se representó en las noticias de aquella coyuntura con el famoso cántico popular: ¡Que se vayan todos!

Aquella breve frase que se escuchó en acontecimientos similares en otros países latinoamericanos y europeos, expresó el malestar social de los ciudadanos acusando a los gobernantes de turno por el incumplimiento de sus promesas electorales. 

En la República Argentina desde 1930[10], se sucedieron otros golpes militares o de facto que incumplieron la normal aplicación de la ley y la reemplazaron con la gestión personal.  Este defecto se agravó por la pasividad que mantuvo la Sociedad Civil naturalizando una grave irregularidad Institucional.

Afirma el profesor Eduardo Conesa[11] que cuando un Estado no cumple y no hace cumplir la Ley, es un Estado fracasado y la causa del Malestar Social. Dicha calificación que realiza desde la Doctrina este autor, además de contar con nuestra adhesión, constituye otro de los principales argumentos para identificar el problema que se pretende solucionar en este PF.

Sin dudas uno de los pilares de la Democracia actual son las Elecciones libres que 

realizan los ciudadanos al elegir a sus “Representantes” para ejercer el Poder Politico hasta las nuevas Elecciones. 

¿Porque son elegidos? Por sus promesas políticas a los Ciudadanos. Hay un pacto-social tácito que al resultar elegidos tienen la obligación de cumplir. 

A contracara, el incumplimiento, genera un malestar que percibe el Ciudadano más distraído y desinteresado por los acontecimientos políticos . 

La consulta en la Web del logaritmo “Nube de Palabras”, a la que acceden miles de personas en “Tiempo Real”, consiste en una encuesta de simple apreciación. En ella, las palabras de mayor tamaño son: “Corrupción, Injusticia, Pobreza, Inseguridad…” y tienen esos tamaños desde hace mucho tiempo en la Argentina.

Los medios gráficos, televisivos y radiales con sus editoriales coinciden en ese clima social de enojo, tensión, estrés, sufrimiento y mal humor.  Las imágenes de delincuentes robando o matando mujeres y pobres trabajadores en la calle, políticos gozando de todo tipo de privilegios, mintiendo, omitiendo, incumpliendo sus obligaciones legales, etc., hacen emerger un gran Malestar de la Sociedad por el incumplimiento de los Políticos al accionar las Gestiones del Estado. 

Concretamente, y casi transcurrido el primer cuarto del Siglo XXI, el incumplimiento de la promesa electoral sigue vigente. Esta es la causa, entre otras, del malestar con el que la Sociedad aparece representada en la queja en cada una de sus marchas públicas (por ejemplo: los Indignados y los Piqueteros). 

Hemos observado que del amplio espectro que tiene el problema del incumplimiento del pacto-social está el de los Legisladores con los Ciudadanos que los votaron, estos una vez que resultan electos pasan a integrar un bloque partidario y se desvinculan de quienes representan. A partir de ese momento comienzan a obedecer el mandato de una voluntad ajena a sus electores, contraria a la voluntad de estos, lo que a simple vista tiene una gravedad significativa y merece el esfuerzo para encontrar una solución.

En la hipótesis del “Estado Fracasado” Conesa (2005), este autor inicia su trabajo citando la tesis de Francis Fukuyama centrando su enfoque en la sustancia estátizante, y considera central la cuestión por la que el Estado posee exclusivamente el uso de la fuerza pública. La esencia de la “Estatalidad”, según Fukuyama, es: “la capacidad última de enviar a alguien con uniforme y pistola para que imponga el cumplimiento de las Leyes del Estado”, y pronostica un destino trágico para los Estados fracasados porque son buscados para refugio por las cofradías terroristas.

Conesa, en ese mismo trabajo, considera una “revaluación del Estado” que para comienzos del 2000 se encontraba muy devaluada, la gran mayoría de los politólogos y Políticos en actividad plantearon la reducción del Estado y hasta su desaparición (¡Que se vayan Todos!). Sin embargo, tal concepto se desecha y se incorpora un concepto maduro y acorde a los cánones científicos, se propone que la solución es que el Estado tenga una composición respetando la ecuación equilibrada entre Eficacia y Eficiencia. 

De la extensa casuística de incumplimiento en que los políticos electos incurren, enfocamos en el Procedimiento con que el Legislador sancióna las Leyes. Concretamente apuntamos a la votacion para aprobar o no el proyecto de Ley en tratamiento.

Nuestra propuesta apunta a que el Voto Directo del Ciudadano reemplace al del Legislador y esto sería posible absolutamente mediante el aporte de las nuevas técnologias. A esa “Nova”, que no es otra que el voto de soporte electrónico, la denominaremos el Voto Directo Digital. 

La reforma parcial solo se aplicará únicamente para la sanción de la “Ley del Presupuesto General de la Nación”, conocida en la República Argentina como la Ley de Leyes.

Según Conesa (2005) textualmente: 

“Se pueden enumerar al menos tres fenómenos políticos, seis fenómenos económicos y siete de corrupción lisa y llana que son hechos objetivos y que permiten adelantar la hipótesis de que el Estado Argentino es un Estado fracasado”. 

Los tres fenómenos políticos son, a saber: 1) los Golpes de Estado Militares que interrumpen el mandato Constitucional y que Argentina padece en 8 oportunidades desde 1930 como arriba hemos señalado; 2) El Terrorismocon los grupos guerrilleros durante la década de 1970, los atentados de la Embajada de Israel y la AMIA en la década del 1990 y 3)  la Guerra de Malvinas.  

En este último fenómeno que lista el autor, recurrimos a una digresión que ayuda a comprender mejor el fracaso del Estado en la República Argentina.  La Invasión a las Islas Británicas por parte de las Fuerzas Armadas de Argentina, que en 1982 estaba gobernada de facto por una Junta Militar, generó un enfrentamiento armado con la OTAM y concluyó con la pérdida de aquella Guerra.  

Conesa destaca que este hecho provocó que la Sociedad Civil y la Política, al retornar a la normalidad institucional democrática con la Presidencia del Dr Alfonsín (1983), reaccionaron mediante un fuerte proceso que concluyó con un Manifiesto conocido con el nombre de ¡Nunca Más![12] . A partir de ese icono, las Fuerzas Armadas de la República Argentina se diluyeron quedando por inercia una modesta y débil organización militarizada. A partir de lo cual desapareció la principal herramienta del Estado para el exclusivo uso de la Fuerza Pública.

La “incapacidad” de los Gobiernos en la República Argentina fue en aumento hasta llegar a nuestros días, lo que puede corroborarse, por ejemplo cuando los movimientos llamados “Piqueteros” que paralizan, sin resistencia por las fuerzas del orden, diariamente a los sectores claves en la Ciudad de Buenos Aires. Cito este caso entre muchos eventos sociales que también ponen de manifiesto esta imposibilidad del Estado para cumplir y hacer cumplir la Ley .

 En esa línea, el Profesor Eduardo Conesa en artículo de la Revista Científica La Ley (2005) continua enumerando las hipotéticas causas del Estado fracasado refiriendo a seis fenómenos económicos que son: 1) la Hiperinflación; 2) la Moneda; 3) la Deuda Externa; 4) la Caída del PBI; 5) la Desocupación y 6) la Emigración; y para concluir agrega al listado siete fenómenos de Corrupción que concurren al cuadro del fracaso estatal y que son, a saber: 1) la Cesión de Jurisdicción; 2) la Sustitución por Estados Extranjeros; 3) los Sobresueldos; 4) los Niños trabajando; 5) la Inseguridad; 6) la Compra de Leyes y 7) los Empleados Públicos clientelar.

Hemos comenzado por afirmar que nuestro enfoque sería desde la Democracia Integral y Directa a los fines de individualizar un problema que aqueja a la Sociedad y el cual nos proponemos solucionar. Señalamos en primer termino la Corrupción del Estado y su amplio y variado listado de casos. El incumplimiento del pacto social del político electo con el ciudadano que lo elige. Observamos que ese incumplimiento hoy esta en un estado avanzado y emerge en ese malestar social sintetizado en la expresión ¡Que se vayan todos!. Esto nos lleva a coincidir con dos pensadores que son Fukuyama y Conesa, la consagración definitiva de la democracia liberal dice el Sociólogo Norteamericano y el Estado fracasado que no puede cumplir las leyes ni hacerlas cumplir como afirma el Profesor argentino.

Esto nos hace concluir que una solución que apunte a modificar, reformar, o mejorar el diseño del Estado considerando que la causa esta en su funcionamiento, no serviría de nada porque este artefacto esta agotado conceptualmente como dice Fukuyama y su finalidad cumplida respecto a la razón para la que fue creado. El Estado es una herramienta con la que la Democracia Indirecta ejecuta el gobierno mediante la Representatividad y lo que falla es esto ultimo. 

Al mismo tiempo el Profesor Conesa muestra la imposibilidad, la impotencia que tiene el Estado actual de cumplir la Ley y hacerla cumplir porque la magnitud y expansión de la democracia liberal con sus valores de los derechos humanos y la libertad individual ha fulminado las fuerzas armadas quitándole la capacidad del uso de la Fuerza para que las políticas del Estado se materialicen.

Ambos indicadores están mostrando que la Democracia Indirecta no puede con esta etapa de la historia porque se ha agotado. 

Nuestra conclusión es que el malestar encontrará soluciones en una etapa nueva y que es la Democracia Directa e Integral.                  

Para construir el VDD[13], de los fenómenos que causan el fracaso del estado, según Conesa (2005), hemos tomado, en primer lugar el de corrupción que es la Compra de Leyes y este nos hace enfocar al Poder Legislativo, como ya dijimos en particular tomaremos para intervenir en el acto de la votación que realiza el Legislador para sancionar las Leyes. Y al mismo tiempo solo será operativa la intervención para cuando se trate de una Ley en particular, la Ley del Presupuesto General de la Nacion ya que de esta dependen la producción de los cuatro fenómenos económicos que numera Conesa (2005) como causas del fracaso del Estado: la Hiperinflación; la Moneda;  la Deuda Externa y la Caída del PBI.

Tanto en los fenómenos económicos como en el de corrupción se generan en el Poder Legislativo y, en este sentido, nos apoyamos en las conclusiones aplicables a nuestro desarrollo que expresa Fukuyama (2016) pag.47.:

”(…) muchas de las causas de esas disfunciones son efectos secundarios del mismo sistema norteamericano de controles y contrapesos, el cual tiende a crear una legislación pobremente redactada (empezando por los presupuestos) y unos traspasos de autoridad mal diseñados entre el Congreso y el poder ejecutivo.”   

Para los de índole económica hay un potente vínculo con la administración de recursos afectados mediante la Ley del Presupuesto General de la Nación que es, desde ya, una Ley sancionada por el Poder Legislativo. Respecto a la corrupción tomamos la Compra de Leyes que, como puede apreciarse a simple vista, es mas que obvio el involucramiento del Poder Legislativo mediante una actividad desviada y/o de alteración dolosa en el procedimiento Legislativo para defraudar la voluntad de los ciudadanos representados por estos funcionarios.

Por ultimo señalar que nuestra propuesta será una solución y que el Voto Directo del Ciudadano en el caso de la Sanción de la Ley General del Presupuesto de la Nación también constituirá el primer paso a la Democracia Directa e Integral. 

Con la Votación directa de la Ley del Presupuesto General de la Nación en forma inmediata se pretende que la decisión equivalga a la verdadera y real voluntad de todos los Ciudadanos. Que no haya efectos de autores ajenos al interés publico requerido por la Sociedad. Especialmente en la sanción de la Ley del Presupuesto que derrama sus efectos sobre las demás cuestiones de donde emerge la Economía verdadera voluntad del ciudadano. 

De manera mediata habrá muchos mas efectos y consecuencias sobre este primer paso de incorporación de Democracia Directa que es el Voto Directo Digital, conforma un  tópico especifico que desarrollaremos en el Capítulo 4. 

No obstante, se puede anticipar que seguramente la Representatividad está agotada por insuficiente, y en esta cuestión de índole política principalmente no es menor la aparición de las nuevas tecnologías cibernéticas. Esta novedad disruptiva con la que se gesta la Sociedad del Conocimiento sin lugar a dudas abre la puerta grande a la Democracia Directa y constituya la única salida del estancamiento político.


[1] Bunge, Mario. La relación entre la sociología y la filosofia. Pag.29. (2000) Editorial EDAF.

[2] Open Gov Partnership. “Anticorrupción e integridad”. https://www.opengovpartnership.org/es/policy-area/anti-corruption-and-integrity/

[3] Saccani, Raul. “ ¿Tiene solución el problema de la corrupción?. IAE. Centro de Gobernalidad y Transparencia. https://www.gobernabilidadytransparencia.com/2018/04/17/tiene-solucion-el-problema-de-la-corrupcion/

[4] Luis XIV, Rey de Francia. El Estado soy Yo.

[5] EEUU. Republica Federal Democrática. En vigor: 4 de marzo de 1789​.

[6] Fukuyama, Francis. El Fin de la Historia y el último hombre. Pag 11. 1992. Editorial Planeta Argentina S.A.

[7] Jhonson, Paul. Tiempos Modernos….

[8] Toffler, Alvin. Swift Power……

[9] Fukuyama, Francis. Orden y decadencia de la política: Desde la Revolución Industrial a la globalización de la democracia. 2016. Pág.640/641. (Deusto) (Spanish Edition) Edición Kindle. https://www.amazon.com/-/es/Francis-Fukuyama-ebook/dp/B019K878AM

[10] Primer Golpe de Estado Militar que derrocó al Presidente Constitucional Hipólito Yrigoyen y puso en la Presidencia (de facto) al teniente general en la reserva José Félix Uriburu (1930 – 1932)

[11] Conesa, Eduardo (2005). Los Estados Fracasados y El Caso Argentino. LA LEY, N° 135, pag. 1-6. https://www.eduardoconesa.com.ar/pdf/a-2005.pdf

[12] Fundación Acción Pro Derechos Humanos. INFORME «NUNCA MÁS». Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Argentina. 1983. http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/argentina/informe-de-la-CONADEP-Nunca-mas.htm

[13] Voto Directo Digital. (Nota del autor)

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LENGUAJE VERSUS REALIDAD, LA VERDAD DE LAS MENTIRAS

El lenguaje es el principal instrumento de la negativa del hombre a aceptar el mundo tal como es (George Steiner, 1975). Somos interpretados y hechos por el lenguaje, se dice que es el mayor logro de la humanidad. Pero, en general, se desempeña pobremente en la representación de la realidad. Es una fuente constante de distracción, desvío y sombra. Analizamos la reciente obra de Nick Enfield, investigador del lenguaje, que explica por qué es malo para los científicos (que están obligados por la realidad) pero bueno para los abogados (que quieren ganar sus casos). Agregamos nosotros: es todavía mejor para los Compliance Officers, que deben influir en las conductas de los colaboradores para que tomen buenas decisiones bajo presión. Pero el lenguaje también puede ser peligroso cuando cae en las manos equivocadas y merece nuestro más profundo respeto. Comprender cómo funciona el lenguaje es crucial para abordar los desafíos más apremiantes del Compliance, incluidos el sesgo cognitivo humano, la persuasión, el papel de las palabras en nuestro pensamiento y mucho más.

Por Raúl Saccani

La realidad importa porque nuestra supervivencia depende de ella. Para navegar por la realidad, como individuos, primero reducimos su complejidad a través de la interfaz de la percepción sensorial. Pero para coordinarse en torno a la realidad, en concierto con otras personas, nuestra fortaleza como especie ha sido agregar otra interfaz con mayor nivel de transformación: el lenguaje. Nick Enfield dice que nos presentamos la realidad unos a otros en piezas delineadas por el lenguaje, y cita al matemático Friedrich Waismann: el lenguaje es el cuchillo que usamos para cortar hechos. Y como cualquier cuchillo, el lenguaje es a la vez destructor y creador. No nos coordinamos en torno a la realidad sino en torno a versiones de la realidad talladas en palabras. El resultado es incómodo para el científico, pero conveniente para el abogado. Todavía más para el Compliance Officer.

Es que incluso la pura ficción de una novela también tiene su cuota de realidad. Cuenta Vargas Llosa que desde que escribió su primer cuento le han preguntado si lo que escribía “era verdad” y que, no importa cuán sincera sea su respuesta, siempre le queda la incómoda sensación de haber dicho algo que nunca da en el centro del blanco. En efecto, dice el autor peruano, las novelas mienten —no pueden hacer otra cosa— pero ésa es sólo una parte de la historia. La otra es que, mintiendo, expresan una curiosa verdad, que sólo puede expresarse disimulada y encubierta, disfrazada de lo que no es. Pero conviene pisar con cuidado, pues este camino —el de la verdad y la mentira en el mundo de la ficción— está sembrado de trampas y los invitadores oasis que aparecen en el horizonte suelen ser espejismos.

Volviendo al terreno de la verdad -o posverdad- un problema es que naturalmente tomamos nuestras versiones del mundo dadas por las palabras como confiables. Y cuando sentimos que entendemos algo claramente, esto tiene un efecto de “terminación del pensamiento”, como lo expresa el filósofo Thi Nguyen: “Una sensación de confusión es una señal de que necesitamos pensar más. Pero cuando las cosas nos parecen claras, estamos satisfechos”. Esto crea una especie de vulnerabilidad cognitiva que permite que las personas sean manipuladas por cualquier sistema de pensamiento que sea “seductoramente claro”. Enfield dice que el lenguaje mismo es uno de esos sistemas seductoramente claros. De hecho, proporciona las herramientas y los materiales para construir cualquier otro tipo de sistema social, desde el micronivel de nuestras relaciones sociales hasta el macronivel de nuestras más altas instituciones sociales y políticas. De esta manera, un idioma no es solo una fuente de marcos que dirigen la atención y amarres para la coordinación social, es una gran colección de interruptores para la mente (clave para las heurísticas rápidas y frugales descritas por los autores de la economía del comportamiento).

Al traducirse en palabras, los hechos sufren una profunda modificación. El hecho real (dice Vargas Llosa: “la sangrienta batalla en la que tomé parte, el perfil gótico de la muchacha que amé”) es uno, en tanto que los signos que podrían describirlo son innumerables. Al elegir unos y descartar otros, el novelista privilegia una y asesina otras mil posibilidades o versiones de aquello que describe: esto, entonces, muda de naturaleza, lo que describe se convierte en lo descrito. Tal es el poder del lenguaje. Y así, el Compliance Officer, en una organización cuyos miembros requieren desesperadamente que se les diga lo que tienen que hacer, tiene el deber de saber y comprender cómo funciona el lenguaje, tanto en los demás como en sí mismo. Tiene la responsabilidad de ser consciente de cómo sus elecciones lingüísticas manipulan la atención de las personas. Y cuando escuchan las cosas que otros dicen, sobre todo de los colaboradores más expuestos a riesgos de Compliance, deberán ser conscientes de sus objetivos y motivaciones, que subyacen a sus elecciones de ciertas palabras y no de otras. Si las palabras de cierto Gerente nos invitan a coordinarnos en torno a alguna construcción lingüística de la realidad, debemos preguntarnos: ¿Por qué de esta forma? ¿Cuáles son las razones de esta persona para decir eso y para decirlo así? ¿De qué otra manera se podría haber dicho?

Ciertos personajes políticamente poderosos, tanto del mundo corporativo como en los gobiernos, en algún punto buscarán explotar y manipular a las personas con palabras, para establecer los términos para la coordinación social y doblar los significados de las palabras o invertirlos por completo. En palabras del gran maestro de ajedrez y activista Garry Kasparov: “Si eres un ladrón, acusa a tus enemigos de robo. Si es corrupto, acusa a tus rivales de corrupción. Si eres cobarde, acusa a los demás de cobardía. La evidencia es irrelevante; el objetivo es diluir la verdad.” Cuando los dictadores etiquetan a otros con palabras que se aplican a ellos mismos, estos no son actos de “mera proyección”, dice Kasparov, “son una táctica para bajar la vara moral para todos”, transmitiendo en última instancia “que no hay bien ni mal, no hay verdad, solo poder”.

Ahora bien, las buenas prácticas en Compliance recomiendan, para demostrar el apoyo de alto nivel al Programa de Integridad, la emisión de una declaración general de valores y una política general emitida directamente por el Directorio, involucrando su firma, su voz, su imagen y su presencia en la comunicación y transmisión del mensaje. La “tolerancia cero” con la corrupción expresada por el Directorio (o quien sea que ejerza de manera pública y visible la conducción de la organización) deberá definir abiertamente su compromiso anticorrupción a partir de una breve declaración pública de intenciones que clarifique frente a los integrantes y la comunidad en general los valores éticos de la entidad.

¿Podrían las meras palabras de la Alta Dirección crear o destruir el sentido moral de la organización? Si y no. Las palabras no pueden controlar directamente la visión del mundo de las personas. Por lo general, las personas ya saben lo que creen, o quieren creer, acerca de una situación. En su libro “No nacimos ayer: la ciencia de en quién confiamos y en qué creemos”, Hugo Mercier utiliza los últimos hallazgos de la psicología experimental para mostrar cómo cada uno de nosotros está dotado de sofisticados mecanismos cognitivos de vigilancia abierta. El autor demuestra cómo prácticamente todos los intentos de persuasión masiva, ya sea por parte de líderes religiosos, políticos o anunciantes, fracasan miserablemente. Basándose en hallazgos recientes de la ciencia política y otros campos que van desde la historia hasta la antropología, Mercier muestra que la narrativa de la credulidad generalizada, en la que el público es fácilmente engañado por demagogos y charlatanes, es simplemente errónea.

Siguiendo a Enfield, el Compliance Officer sabrá que las palabras nunca deben ser nuestra medida confiable de la realidad, porque las palabras no se quedarán quietas. Tendrán el deber de prestar atención a la realidad, siempre a un paso de distancia de las descripciones verbales pensables de la misma. La realidad será último anclaje. Los ejemplos de conductas concretas alineadas con la ética serán su medio de comunicación más potente. La decisión de salir de un negocio por representar un riesgo que no se puede tolerar hablará más que mil palabras en un Código de Conducta. No dejar pasar una sola oportunidad, aunque se camine por el abismo, también lo hará.

El desacople entre los dichos y los hechos genera el riesgo de que cierto marco o narrativa, por ejemplo, una que transmita una proposición falsa, engañosa o dañina, se normalice. Se verá y escuchará con más frecuencia. Se volverá anodino, dice Enfield, en el sentido literal de que la gente ya no lo comentará. Cuando algo que alguna vez fue una infracción notoria ya no es sorprendente ni sancionable, puede pasar desapercibida. El idioma importa aquí, dice el autor, porque la responsabilidad social sería imposible sin él. Así como el lenguaje es el dispositivo que usamos para construir el orden social, es el dispositivo que usamos para llamar la atención sobre las transgresiones. Esto es importante porque cuando aceptamos coordinarnos en torno a los marcos que se nos entregan, estamos aceptando un conjunto de razones “válidas” para la acción “¿Por qué aceptaste la extorsión del sindicato? Porque la defensa de los derechos de los trabajadores no es violencia”. “¿Por qué pagaste la coima? Porque acá no se puede trabajar si no lo hago”. “La única salida de este país es Ezeiza”. Cuando aceptamos que ciertos marcos pueden mantenerse, aceptamos vivir en el mundo creado por las acciones que esos marcos defenderían. La mayoría de nuestras palabras son lo suficientemente vagas como para permitir margen de maniobra y superposición, incluso cuando tenemos una medida precisa de los hechos. En última instancia, dice Enfield, nuestras elecciones de palabras son ofertas para establecer los términos que más nos convengan, no necesariamente los que nos acercan más a la verdad.

El poder de enmarcar argumentos de manera persuasiva no es intrínsecamente bueno o malo. Pero cuando se ejerce ese poder, sus efectos son reales y debemos responsabilizarnos de ello. Es posible examinar las propias elecciones lingüísticas y volverse más consciente de ellas, de lo que están haciendo, qué historia están contando, qué consecuencias permitirían, y quiénes seríamos al elegirlas.

George Orwell en “La política y el idioma inglés” (1946) hizo comentarios sobre los métodos por los cuales la escritura política eufemística puede “defender lo indefendible”: “Los pueblos indefensos son bombardeados desde el aire, los habitantes expulsados al campo, el ganado ametrallado, las chozas quemadas con bombas incendiarias: esto se llama pacificación” Más recientemente y en otro contexto escuchamos: «He tomado la decisión de llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo será defender al pueblo que durante ocho años ha sufrido persecución y genocidio por parte del régimen de Kiev. Para ello, apuntaremos a la desmilitarización y desnazificación de Ucrania», dijo Vladimir Putin al justificar la invasión de ese país en febrero de 2022. Tal fraseología es necesaria si uno quiere nombrar cosas sin evocar imágenes mentales de ellas, como dijo Orwell.

Pero no estamos simplemente sujetos a la seducción del lenguaje. Tenemos control, podemos conscientemente revisar nuestro lenguaje para reflejar nuevos valores y prioridades. Cuando cambian las normas que quieren defender, se modifica la forma en que elije retratar la realidad. Y esto es clave. Entre las muchas cosas para las que sirve, el lenguaje es un dispositivo para elegir entre diferentes formas de representar una misma realidad. Creamos nuestros mundos por el lenguaje que usamos. Por eso es tan importante hablar con nuestros colaboradores sobre temas difíciles sin eufemismos y de manera directa.

Debido a que el lenguaje es a la vez poderoso y defectuoso, al igual que nuestra facultad de razonar, tenemos la responsabilidad de usarlo de manera consciente y ética. Esto significa ser precisos y justos en las palabras que elegimos teniendo en cuenta los objetivos que queremos perseguir. También significa esforzarse por saber lo que significa ser preciso y justo, porque significará cosas diferentes en distintas ocasiones. Y cuando nos referimos a nuestra responsabilidad en el uso del lenguaje, no sólo se trata de las cosas que decimos, sino cómo las interpretamos, entendemos y actuamos sobre lo que dicen otras personas.

Los whistleblowers alzan su voz frente a una realidad contraria a sus principios. Tienen el coraje de usar el lenguaje para comunicar ciertos eventos y, al hacerlo, se paran en la vereda de en frente que transitan aquellos que se presentan como “víctimas” de una situación de corrupción, que son simplemente arrastrados a hacer lo que hicieron (en parte, debido al lenguaje utilizado en las comunicaciones de sus superiores sobre cómo se hacen negocios en determinada industria o país), aun cuando sean adultos que pueden distinguir entre el bien y el mal. Tendemos a hablar de la misma manera que los demás en nuestra comunidad, pero al estar de acuerdo con las formas mayoritarias de enmarcar las cosas, especialmente dentro de los límites de nuestras subculturas, podemos encontrarnos circulando tomas inapropiadas e inexactas ¿Somos entonces simplemente víctimas inocentes del contexto? ¿O deberíamos ser responsables de cómo hablamos?

Este es uno de los desafíos más apremiantes si buscamos cerrar las grietas que nos dividen como sociedad: identificar criterios mediante los cuales podamos determinar, y acordar, las mejores formas de describir las cosas que nos preocupan, dado que siempre hay alternativas. Es un deber para con nosotros mismos y con los demás, y con nuestras comunidades, esforzarnos por lograr que nuestro idioma sea exactamente correcto. Por supuesto, habrá desacuerdo, pero podemos y debemos avanzar. Requiere que tomemos en serio nuestra comprensión compartida de lo que significan las palabras. Gracias a nuestro incorregible sesgo de confirmación, por lo general somos demasiado rápidos para asumir que los demás usan e interpretan las palabras de la misma manera que nosotros. Cuando, sin pensarlo, aumentamos la señal de alguna información errónea, incluso simplemente haciendo clic en «Me gusta» en una publicación que no hemos verificado, estamos echando leña al fuego.

En la práctica, dice Enfield, la mayor parte del tiempo estamos en un mercado de justificaciones en el que compramos palabras, no porque contengan ideas, sino porque contienen historias sobre ideas. Por lo general, ya sabemos lo que creemos. Lo que buscamos son declaraciones para justificar esas creencias, a la manera del abogado. El lenguaje puede ser bueno para esta función, pero podemos usarlo para hacerlo mejor, persiguiendo la búsqueda colectiva de la verdad con humildad, proporcionando mapas y anclajes compartidos, creando derechos y deberes, y dando sentido a nuestras mentes sociales.

Documentar los errores históricos de La guerra y la paz sobre las guerras napoleónicas sería, dice Vargas Llosa, una pérdida de tiempo: la verdad de la novela no depende de eso. ¿De qué, entonces? De su propia capacidad de persuasión, de la fuerza comunicativa de su fantasía, de la habilidad de su magia. ¿Qué será mejor en Compliance? ¿describir la realidad con la precisión de la ciencia o la persuasión de la novela?

Bibliografía:

  • Nick Enfield – Lenguaje versus realidad: por qué el lenguaje es bueno para los abogados y malo para los científicos – Cambridge, Massachusetts, Ed. The MIT Press, 2022.
  • Hugo Mercier – Not Born Yesterday: The Science of Who We Trust and What We Believe – ed. Princeton University Press, 2019.
  • Hugo Mercier y Dan Sperber – The Enigma of Reason: A New Theory of Human Understanding – Harvard University Press, 2017. La imagen que ilustra este artículo es una captura de pantalla de la tapa de este libro.
  • Mario Vargas Llosa – La verdad de las mentiras – Ed. Seix Barral, 1990.
  • George Orwell – La política y el idioma inglés – Horizonte 13, no. 76 (1946): 252–265.
Nota del autor: Los puntos de vista y opiniones de Raúl Saccani en este artículo son realizados a título personal y no en representación de la Universidad Austral, el IAE Business School, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA o Deloitte S-LATAM y afiliadas. En ningún caso podrá ni deberá considerarse la información, análisis y opiniones brindadas en todo o en parte de esta obra como asesoramiento, recomendaciones u opiniones profesionales o legales. El lector que necesite tomar decisiones sobre los temas aquí tratados deberá asesorarse específicamente con profesionales capacitados que evalúen las características, normas legales y conceptos aplicables a su caso específico.